jueves, 18 de septiembre de 2008

La comunicación en el campo profesional.

Es más que claro que la sociedad no está por enterada, o tiene una idea equívoca del papel que juega el comunicólogo dentro de esta misma, a veces ni los que ingresan saben a lo que se dedicarán cuando finalicen la carrera.
Desgraciadamente cuando se menciona la carrera de Lic. en comunicación siempre se le toma desde la perspectiva a partir de los medios masivos de comunicación, al comunicólogo se le concibe como el periodista, el cineasta, el conductor de tal programa radiofónico, publicista o mercadólogo; pero nunca se le ve como un profesionista que puede ir más allá de los medios o la publicidad.
La comunicación no solo es medios informativos, o programas de chismes de la farándula, musicales, entretenimiento y toda esa índole. Su campo va más allá. Se trata no solo de trabajar en este aspecto, si no de hacer comunicación hacia un fin común. Como en los 60’s se había planteado con el Nation-building: colaborar en la construcción de un nuevo estado como señala
Al parecer las nuevas generaciones de comunicólogos se han olvidado, o hacen caso omiso del real objetivo de la carrera. Al escuchar que se trata de una “carrera con futuro”, el estudiante de comunicación se enfoca rápidamente al concepto económico y solo estudia por estar dentro de un nivel socioeconómico, por tradición o simplemente por curiosidad.
Se debe tomar en cuenta que el comunicólogo al ser un experto en comunicación, puede hacer cambios enfocados hacia un fin específico. El profesionista de este rubro puede trabajar con políticos asesorándolos en campañas, en empresas mejorando los ambientes de trabajo y hacer que los empleados sean más eficientes mediante implementación de estrategias de comunicación. Todo esto debe ir hacia un mismo objetivo: el mejoramiento de la sociedad.
Es por eso que el egresado de esta carrera debe poseer una amplia gama de conocimientos, no solo en su campo si no que debe adentrarse en otros, tales como economía, política filosofía y psicología. No se puede dejar de lado ningún tipo de información, ni mucho menos teorías enfocadas hacia la vida social. De otra manera no se propiciaría el cambio, se caería en un estancamiento terrible.
Muchos estudiantes se olvidan de esto, solo estudian por ser famosos, y salir tras una pantalla en incluso llegué a escuchar comentarios de varios ex compañeros que estaban en esta carrera por estar “en contacto con la gente”. Una repuesta muy superficial y carente de objetivos profesionales en los futuros comunicólogos.
Es como si el músico solo escuchara solo rock, por es el género que quiere ejecutar y es mejor para el, y las demás obras las excluye. Se olvida del B.B King, de Louis Armstrong, Gillezpie, Santana, Hendrix, Pink Floyd, Beethoven, Mozart… y muchos más que hicieron aportaciones importantes al campo de la música, y no solo se trata de expresar su forma de pensar o un estado de ánimo. Si no de ser un reflejo de la sociedad y hacer propuestas o promover cambios.
De la misma manera es con el experto en comunicación, no solo se trata de quedarse con lo que se da en las aulas de la universidad, o enfocarse a ser un monito más de la televisión, si no ir mas allá, tener curiosidad y aplicar esa gama de conocimientos en el trabajo, en la familia, en los amigos en todo lo que sea posible y no solo enfocarse en lo que desea trabajar.
Si el estudiante desea estar en algún medio llámese radio, televisión, prensa o internet, debe tener en cuenta la importancia que los teóricos le han dado al impacto de estos a la sociedad. No se debe ignorar la importancia de un mensaje, mucho menos el canal o medio. En este caso tendría que proponer programas de calidad que rompa con la monotonía del locutor con una forma de hablar cuadrada y aburrida que trata solo temas políticos a su conveniencia, o que acabe con la voz que solo habla de la música sin esencia que escuchan los adolescentes formando una sociedad cada vez más ignorante.
En resumen el estudiante debe alimentarse de todo tipo de información para saber a qué sector de la sociedad dirigirse, cómo dirigirse y con qué objetivo. Esto determinará su calidad como profesional.
Muy pocos son los estudiantes que están apunto de salir de la carrera y saben a que dedicarse en específico, y el resto desgraciadamente fracasan cuando intentan integrarse al mercado de trabajo, aunque otros ni siquiera lo intentan. Hace falta más identidad –como argumenta Margarita Reyna-, y que los mismos estudiantes establezcan su objetivo de estudio quizá antes de entrar a la carrera.
En junio de este año se realizó en Puebla el tercer coloquio entre medios. Vale la pena destacar el comentario de una catedrática de la UNAM, -desgraciadamente no recuerdo su nombre-, que la carrera de comunicación tendía a desaparecer debido a la falta de identidad de los estudiantes de esta carrera. Y mencionó algunos nombres que podían emanar de dicha desaparición como: comunicación biológica, comunicación informática, entre otros términos que parecían graciosos pero no muy alejados de la realidad.
Es muy bonito imaginar que al salir de esta carrera vamos encontrar trabajo, y que en el lugar que ofrezcamos nuestros servicios nos van a dar la bienvenida. Desgraciadamente falta mucho por hacer, en primera que como ya mencione anteriormente que el estudiante encuentre el camino correcto y no solo entre a esta carrera o a otras por simple curiosidad o por obligación, pues esto conlleva a varios problemas a futuro.
Otro problema es que existe una gran competencia y las desoladoras estadísticas que muestran que tan solo el 46.5% de los egresados se dedican a lo que estudiaron. Esto a nivel nacional, en Puebla el ambiente es aún más decepcionante pues solo el 39.1% encuentra un trabajo a fin a ellos.
Para el caso de carrera en Ciencias de la Comunicación solo el 24.8% es empleado de acuerdo con sus estudios. Esto según un estudio obtenido por el diario Reforma en el 2007, y realizado por el observatorio laboral.
Desafortunadamente nuestra carrera se ve como un gasto más y no como una opción para crecer o mejorar los ambientes de comunicación en la sociedad mexicana. Incluso existen padres de familia que no le ven el caso a esta carrera, y puede ser más útil un médico que un comunicólogo.
Ser licenciado en ciencias de la comunicación no es solo tener facilidad de palabra, y buena redacción, es absurdo que se solo se le conciba como el organizador de pachangas o diseñador de una revista interna.
Hay que arriesgarse a proponer los cambios que la sociedad mexicana necesita, y divulgar nuestro papel sin darse por vencidos. Sabemos que es imposible cambiar al mundo, pero si podemos alterar a aquellos que están cerca de nosotros.