sábado, 13 de septiembre de 2008

Radiohead - 2+2=5

Chequen que buen video.

¿ A caso ya estoy más loco?.

Existen sucesos en la vida que en ingún momento te imaginas que van a pasar. Aún nose si solo fue un producto de la imaginacióno que ¡chingaos!
Resulta que el día jueves me salí de la escuela hasta la chingada de encabronado, la verdad no va ni al caso mencionar el motivo; un compañero que según iva a acompañarme hasta el boulevard se quedó en una tiendita y me dijo: "espérame wey solo...", por supuesto que lo mande al averno y en más o menos 10 minutos llegué a la parada para tomar el pesero hacia la capu.
Una vez ahí arriba dejé caer el culo en el ultimo par de asientos, e intenté tranquilizarme cuando suben dos individuos a vender sus videos, que mas que la verdad eran un reberendo asco. Mis oidos vibraron (pero no de gusto) cuando escuché la versión reggetonera de Estos Celos del Chente. No supe si cagarme de la risa o que pedo, y me confundí aún más cuando uno de los vendedores dijo: "Pues bien ha salido ha la venta este disco que le contiene lo más nuevo de la música; música de moda que usted puede disfrutar en formato video-visual. Diez pesos le cuesta, diez pesitos le vale..."
Son 9:45 de la noche el coraje se me bajó un leve. La gente ya habia hecho fila para subir al autobus, cuando una chica que nunca en mi vida habia visto me coqueteó. Rápido que suelto el: a chinga! de cuando aca ya soy galán, -por que dejenme decirles que esta mujer no estaba nada mal-. No le tomé mucha importancia hasta mucho después.
Cuando estaba en mi asiento ella en chinga venía y solo miraba hacia el lugar de junto y a mí y visceversa. Me sentí pero si bien pendejo -cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia-. total que se sentó.
El camión arrancó y comenzó su viaje. Yo solo veía hacia la ventanilla pero en ratitos torcia los ojos para verle la cara, aunque ya ni me pelaba. Para que ne garlo la neta, neta neeeeeeta, si me cautivo. Así me la pasé como 20 minutos. Hasta que se me ocurrio decirle: "¿estas cansada?" "siii", me contestó. afortunadamente pudimos entablar una plática digna, aunque en momentos me miraba fijamente a los ojos.
Le confesé que me gustó su mirada, y según ella le gustó la mía. Pensé: " ja de noche todos los gatos son pardos y si me viera bien se arrepentiría de haberme coqueteado". me pidio mi número de teléfono y obvio que tuvo que dar el suyo, quedé de mandarle un mensaje o hablarle.
Ayer lo hizé... Y ¿qué paso? el teléfono sono, sono, sono, sono... sono, sono, sonó... hasta que por fín alguien me dijo "su llamada será transferida al buzón". Planeo llamarle el lunes en la noche por que según trabaja de vendedora en el Palacio de Hierro.
Corriendo que le cuento a uno de mis cuates... Me tomo de marihuano, hasta dijo que me habia creado una amiga imaginaria.
Nose pero esa vieja no se me ha borrado de la mente desde el jueves, y la mera verdá me muero de ganas de volver a encontrarla. Aunque para estas alturas se me hace que ella ya se arrepintió.

martes, 9 de septiembre de 2008

Chingaderas

Por más que intento ordenar mi mente, siempre ha de existir el pinche motivo que me vuelve a desbarrancar a la desesperación de saber que todo ya se fué a chingar a su madre. ¿Cual fué el motivo?, ¿Quien fué el (la) culpable? No lo sé. Si yo hablo del tema, ella fué la cabrona. Cuando ella habla: "ese wey me descuidó".
Cuando eres traicionado, dejado, engañado, votado, (y cualquier otra cosa que termine en "ado") todo lo que te encuentras a tu alrededor, te lastima y gacho. Hasta las piches canciones del Carro Show que trae el microbusero hacen que te revuelques por dentro, y sientas ganas de darle un madrazo al pendejo chofer y decirle: "quita tu puto disco, por que mi vieja me dejo y tus canciones en estos momentos me cagan". Solo lo piensas por que resulta que esos weyes suelen tener una barriga colosal y una cara orangutan, que solo al darles el pasaje te impresionan.
Después de tantos dimes y diretes; que dijo que dijiste; no que me dijo que te dijera, y al final de cuentas resulta que tu eres el culpable de todo, terminas por aceptar ese cargo de conciencia y decir: "¡la cague!, perdóname". Ymás aún te duele lo que ella te dice: "buscate otra, hay muchas personas que no son como yo" y nomas te quedas como pendejo escuchando.
Pero yo creo que nadie esta excento a situaciones como esta, en la que te arrastras y te arrepientes más de la cuenta.
jajaja eso es todo. por hoy.

Ajua