viernes, 4 de septiembre de 2009

Las primeras protestas

En últimos tres meses, mi vida dio un pequeño giro: conseguí trabajo, si no es bueno al menos si me mantiene distraído, sin embargo ya mi vida social se bloquea cada vez más, puesto que comenzado a atarme a una extraña máquina con botones y una pantalla que daña mi vista poco a poco.
Al salir del edificio de Milenio Puebla, me coloqué inmediatamente los audífonos y activé la música de mi celular. La reacción tardó en llegar como una hora: “Qué estúpido me siento” pensé, “soy un ente”. Apenas si logro escuchar a la señora cincuentona que me dice “gracias” porque le deje pasar hacia el asiento de la ventilla del micro tan solo por mera inercia.
El proceso es simple: abrir el mensajero y ver que nadie de los que conozco se encuentra conectado, checar el correo lleno de mensajes de un lejano querer con el cual solo me comunico por correo, abrir el portal del periódico y de otros diarios en línea, comenzar con el chacaleo de notas y subir información a en menos tiempo posible.
Y en ratos de distracción el Youtube o el famosísimo Face Book, ya ni siquiera me asomo a la ventana del edificio, a pesar de que la vista no está nada mal.
Tendré que hacer algo o el estar frente al monitor me hará crecer más la panza, o me dejará poco a poco ciego… y con esto concluyo con las primeras protestas. pronto seguirán las demás...