viernes, 5 de octubre de 2007

Asi habló un mimo

http://www.youtube.com/watch?v=h5YLVYi5Jng
los invito a ver este pequeño corto. Es muy bueno

Sorpresa.

El problema ahí estaba, no podían darle solución alguna. El cumpleaños de Gabriel se acercaba cada vez más. Ella no sabia que regalarle, su cabeza divagaba escudriñando entre los gustos materiales de su novio. Y es que a el le agradaba la música de los Beatles, pero también adoraba el basket ball, los relojes y la ropa al estilo Kurt Cobain.
- ¡Ya está! Se que le va a gustar.- El rostro de Laura dibujó una sonrisa perversa. Maite, por su parte, solo la miro de arriba abajo con ceño.
- ¿Y de que se trata?
- Eso será un secreto entre el y yo.
Gabriel a sus 22 años se ganaba la vida cremando muertos en la funeraria de su padre –por cierto muy famosa por la calidad de servicios que brindaban- y la mayor parte de la ciudad acudía a ellos. Y no es que la gente falleciera a diario, pero la muerte no avisa, por lo que el debe estar alerta.
Hoy a las dos de la tarde recibió el cuerpo de una mujer, y por primera vez sintió miedo a pesar de que ya llevaba tiempo en el oficio.
Al destapar el cuerpo se quedó absorto por un momento, sintiéndose como un gusano pusilánime. Pensó en correr, pero el mismo miedo lo mantenía intrincado frente al cadáver sin poder hacer algo.
Por la tarde Gabriel se dirigió a la casa de Laura, y ya estando en su cuarto le contó lo sucedido.
- Los muertos son solo eso. Ya no tienen vida. Son como objetos.
- Aún siento el miedo recorriendo mi cuerpo, creí haberme acostumbrado.
- Ya deja de pensar en eso y dame un beso.
El mancebo responde a su mandato con ímpetu y después la estrecha con fuerza.
- Los días que restan de la semana no podré verte hasta el martes, y te tengo preparada una sorpresa. Hoy solo te enseñaré una mínima parte.
Todavía no acababa de decir esto, cuando se dirigió a la puerta de la habitación para asegurarla y que nadie entrara. Se acercó a Gabriel mirándolo fijamente a los ojos con lujuria, lo empujó hacia la cama para poder lanzarse a sus brazos y besarlo con pasión; las manos de laura se metieron por debajo de la playera comenzando a recorrerle la espalda pasando después al pecho, bajando muy tersamente hasta la cintura, desabrochó su pantalón para poder tocar el miembro erecto ya por las suaves caricias, de pronto el dio un giro quedando encima de ella. Levantó la playera juvenil de laura, y comenzó a besarla desde el abdomen hasta sus senos aún vírgenes hasta ese momento.
-¡Espera! Dije solo una parte. ¿Qué te parece si nos vemos en el parque de siempre el martes que viene? Después las 2 de la tarde.
- Si. Creo que ya es un poco tarde. Nos vemos.- Salio del cuarto y posteriormente de la casa.
El día esperado llegó, Laura había pensado con minuciosidad la sorpresa para su novio y ya había decidido que regalarle. Así que desde temprano salió de su casa se dirigiéndose a una zapatería, compró unos converse del número 8 en color negro. Posteriormente regresó a casa para poderse arreglar y comenzó a husmear en su ropero. Encontró una falda negra con dos pequeñas aberturas a los costados, que dejaba todo a la imaginación, pensó combinarla con una blusa de algodón blanca de manga larga con un ligero escote, y unas sandalias de tacón.
La hora de verlo estaba cada vez más cerca así que Laura se apresuró en arreglarse y envolver el par de tenis. La prisa y Gabriel comenzaban a adueñarse de su mente a tal grado de desesperarla después de haber mirado el reloj de pared, pues las manecillas marcaban ya cinco minutos antes de las dos. Salió muy apresurada de la casa; tenía que cruzar un boulevard para tomar la colectiva que la llevaría hasta el lugar donde Gabriel la esperaba, sin cautela comenzó a caminar. Estaba a punto de subir la acera cuando un Jetta la envistió arrojándola muy fuerte hacia el pavimento dejando pocas esperanzas de que sobreviviera.
No obstante Gabriel la esperaba exacerbado. Ya eran las tres menos quince minutos, nunca había faltaba a una cita. Decidió irse a casa molesto por que ella no llegó.
Pasaron dos días, el se encontraba en su cuarto aún con el coraje. Cuando su padre lo llamó a su puerta.
-Hay trabajo. Vete a los hornos, no tardan en traer el cuerpo.
El se dirigió hacia el crematorio, y una vez ahí esperó a la llegada del cadáver. Al poco rato entró su padre con el difunto. Salió inmediatamente cuando se dio cuenta que Gabriel ya estaba ahí, con el horno listo. Se acercó al cuerpo para destaparlo y llevarse la sorpresa de que era Laura.

Autor: E. David Montero Morales

¿Estaremos avanzando?

Por: E. David Montero Morales.

A veces no se que responder a esta pregunta que yo mismo me hago. En vísperas de los primero 365 días de “gobierno” me parece imposible hallar respuesta alguna, o en dado caso decir que vamos por buen camino como el señor presidente lo afirma.

Entremos más al tema; hablemos del maíz uno de los principales alimentos que los campesinos mexicanos producen con los pocos recursos que tienen o reciben, es decir, que el trabajo es mucho pero las ganancias no son las suficientes porque al final de la cosecha solo se libra lo que se invirtió y eso es cuento de nunca acabar. Del campo mexicano no se vive el campesino.

La seguridad, la corrupción, la delincuencia organizada son cuentos de nunca acabar al contrario, durante el sexenio de Vicente Fox esos indicadores se fueron incrementando, por la falta de empleo. (Imagínese ya no hay trabajo la mujer y los hijos quieren comer como se le va a hacer). No es necesario recurrir a los datos del INEGI, simplemente pregúntele a dos o tres personas que se tope por la calle. ¿Un sueldo como el que usted gana es suficiente para sostener a su familia? Como diablos le va a alcanzar si durante la administración pasada el salario mínimo solo ascendió $8.32, mientras que el de Fox ascendió de 106 mil a 167 mil 200 pesos mensuales ¿Acaso no es una burla? Por eso mucha gente empezó a dedicarse a otra cosa (Para que no se escuche tan feo).

Ahora calderón hace grandes y costosas movilizaciones policiacas en contra de la delincuencia organizada, además de pararse el cuello (como dice mi madre) con el argumento de que han caído varios sicarios. ¿Para que se hacen tontos?, si los mismos que gobiernan saben quienes son los narcos, estafadores, secuestradores, asaltantes o ¿acaso les quiere quitar competencia a los meros meros pesados de la impunidad?

No cabe duda que este presidente y el anterior son muy parecidos, porque mientras las mayorías se soban todo el día el lomo para llevar algo de comer a casa (mas limitado que antes), arriesgan la vida cruzando la frontera, vendiendo piratería o asoleándose en el campo que no es suficiente para vivir; ellos dicen que va bien y la economía esta estable por favor. Usted dígame ¿Estaremos avanzando?

jueves, 4 de octubre de 2007

Las calles de antes.



Foto: E. David Montero Morales

Sin título.


Foto: E. David Montero Morales

Onírico

Estas al pie de un cerro, ese espacio totalmente desconocido para ti, no ves gente. Todo esta muy árido y solitario; el viento que corre es demasiado frío. Comienzas a caminar explorando minuciosamente el lugar por donde caminas. Intentas recordar como llegaste hasta aquí, pero lo ignoras totalmente. De pronto a lo lejos ves el cuerpo de una mujer joven, está tirada boca a bajo no sabes de quien se trata, pero en cuanto más te acercas esa mujer cada vez se te hace más familiar. ¿Es ella? Se parece demasiado a la mujer que duerme contigo. Aún no lo sabes del todo, pero podrías confundirla.
Llegas donde yace el cuerpo, medroso acercas tu mano y comienzas a acariciarle el cabello. Después volteas el cuerpo y tiene una herida en el vientre. Pequeña pero profunda y demasiado mortal. La sangre que emana de la llaga aún está tibia, pero ella ya está muerta. Observas tus manos, y entre ellas aparece un cuchillo ligeramente manchado de sangre, inmediatamente lo sueltas. Empiezas a angustiarte, te desesperas no sabes que pasa, quisieras gritar salir corriendo pero no puedes. Vez el cuchillo, lo tomas nuevamente. Lo observas detenidamente y vas a introducirlo en tu vientre, y cuando estas apunto de herirte despiertas en tu cama. Estas sudando, tu respiración está acelerada, te levantas de tu cama y vas hacia la cocina. Sientes un ligero dolor en el vientre. No le das mucha importancia. Tomas un vaso de agua tratas de tranquilizarte, te sientas en una silla. Tu mirada se dirige hacia la mesa, ves un cuchillo manchado ligeramente de sangre, tocas tu vientre y tus dedos topan con una herida pequeña pero profunda. Observas tu mano, esta manchada de rojo. Te diriges al baño con dificultad enciendes la luz, te miras en el espejo y estas sangrando. Vas tu cuarto entras y ves el cuerpo de la mujer que apareció en tu sueño. Tratas de despertarla, no responde a tus llamados. La volteas y ella tiene una herida en el vientre la sangre que emana de su llaga aún esta tibia. Pero ella ya esta muerta. No sabes que pasa, caes en el suelo ya muerto sin poder comprender absolutamente nada.

Autor: E. David Montero Morales.

Foto: E. David Montero Morales.