New music

Hace unos momentos vi el blog de un individuo del cual no recuerdo su nombre, en el que vierte su opinión acerca de la música de moda y un nuevo baile llamado el “choque”, además agrega el video de parejitas de prepos donde las adolescentes chocan sus nalguitas a un ritmo pegajoso con la entrepierna de un chamaco que aún no se ha parado en un bar de putas para que sea desquintado.

Lo acepto, me gustó como se movían las chamacas, y no es que sea de aquellos que les gustan las menores si no que en verdad una que otra meneaba el bote de una forma bonita; aunque no quise estar en el lugar de los muchachitos aquellos porque uno que otro “choque” hubiese provocado dolor en el miembro apenas en desarrollo.
La verdad es que ver a una mujer bailar el reggaeton o regueton, como se escriba –la verdad me importa poco ese género- si inspira bajas pasiones, a diferencia del baile del “choque” del cual no estaba enterado de que existiera.
En algo que si quiero hacer énfasis es sobre las críticas o descalificaciones de los distintos géneros musicales, en especial a los pasajeros como el reguetón, cumbia texana, banda o canciones que las radiodifusoras disparan a una audiencia numerosa y poco crítica, que simplemente es valemadrista en cuanto a la buena música, y que solo quieren escuchar algo que les recuerde algún pasaje de su vida o simplemente tiene un buen ritmo para ellos.
¿Para qué perder tiempo diciendo que los nuevos géneros musicales son una mierda? Lo son, pero a quien le guste revolcarse en el fango lo hará y no le importa escuchar razones, lo que para unos es basura, para otros es lo máximo, y todo depende del entorno en el que te fuiste desarrollando. Por otro lado quien es tolerante con la música lo va a ser, sin importar si le gusta la cumbia, el folk, el blues, el hair metal o el alternativo; porque hay quien juzga de ineptos o mediocres a quienes no les gusta determinado género musical, o se enfrascan en uno solo.
Para acabar dejemos que cada quien escuche lo que quiera, quien se abre a otros géneros musicales buscará e investigará de lo que le interesa, aunque le guste bailar el “bailecito del Choque”, o ponga en su Ipod a la Banda el Limón. Y quien se porta intolerante tachará de babosos y mediocres a todos aquellos que no alaben el trabajo de Sabina, Gary Moore, Serrat, The Beatles o Pink Floyd, porque simplemente son los que más le gustan.